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Características del Carlino

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Lo que hay que saber, desde que nacen hasta los tres meses de vida.

Los primeros tres meses de vida son de especial importancia para la vida del cachorro. Conocer cuál es el comportamiento normal de su organismo cuáles son las anomalías que pueden presentarse, qué gravedad revisten, estar advertido sobre el comportamiento normal de la perra en lo que hace al correcto cuidado de su cría y cómo actuar en caso de que no resulte una "buena madre", son algunos de los importantes temas que la doctora María Elena Loza, docente de la Cátedra de Obstetricia y Patología de la Reproducción (FCV-UBA), aborda en este exhaustivo reportaje.

¿En que estado se encuentran los cachorros al nacer?

Nacen con lo ojos y los oídos cerrados. No caminan, sino más bien, reptan. Las patas de atrás, prácticamente no las mueven, sólo se movilizan en busca de calor con las patitas de adelante. Tanto el sistema nervioso como el muscular no están totalmente desarrollados, y recien terminarán de formarse con el transcurso de los días.

Cuando se mueven en busca de la madre, ¿no lo hacen, entonces guiados por el olfato, el oído o la vista?

Exactamente. Cuando el cachorro queda solo normalmente comienza a reptar en forma de círculos buscando una fuente de calor. Hay que tener en cuenta que la zona mamaria de la madre al estar en lactación, tiene mayor temperatura que el resto del cuerpo y hacia ese lugar el cachorro se moviliza.

¿Cuántos días tardan en abrir los ojos?

Depende de la raza e incluso hay variaciones individuales pero, por lo general, lo hacen entre los diez y los quice días de vida, aunque a veces demoran un poco más. Pero, el hecho de que se le despeguen los párpados no significa que vean con claridad. A partir de los veinticinco días comienzan a definir imágenes porque, además de tener los ojos cerrados al nacer, la retina del globo ocular tampoco está suficientemente desarrollada.

¿Y cómo es el proceso con el oído?

Por lo general, los cachorritos pueden recibir del medio externo en el que viven ondas sonoras fuertes, aproximadamente a los veinte días. Hasta ese período, prácticamente, no tienen noción, a través del sonido, de lo que ocurre a su alrededor.

¿Qué pasa si sus reclamos de calor o de asistencia no son atendidos?

Si no encuentran fuente de satisfacción, emiten señales sonoras, que se las conocen como "quejidos de desamparo".

¿Durante los primeros días, se alimentan exclusivamente con leche materna?

Sería lo ideal. Son muy importantes, en especial, las mamadas que se realizan durante los primeros días porque a traves del calostro, que todavía no es la leche propiamente dicha, los cachorros reciben anticuerpos para defenderse de las enfermedades virósicas.

¿Esto es independiente de que la madre esté correctamente vacunada, o no?

No, una perra con sus vacunas al día pasará a sus cachorros más anticuerpos que otra que las tenga vencidas. Y, esto también es importante porque a esa edad tan temprana ellos no estan en condiciones de crear sus propios anticuerpos.

¿Cuándo hay que suplementar la alimentación maternal?

Cuando la madre no tiene suficiente leche o las lechigadas son muy numerosas, se puede dar a los cachorros, a partir del día doce o trece, al margen de que sigan mamando, alimentos tipo papilla. En los casos normales se comienza ofreciendo un buen balanceado aproximadamente a los veinte días, que es cuando la cantidad de leche de la perra comienza a disminuir y los cachorros requieren más alimentos. (Es interesante destacar cómo se comportan las perras salvajes. Amamantan a su cachorros durante veinte días y a partir de ese momento, salen ellas a buscarles la comida. Y lo hacen del siguiente modo: consiguen el alimento mediante la caza, lo ingieren y luego, cuando están con sus cachorros lo regurgitan para que ellos puedan de ese modo incorporarlos a su organismo )

¿Como debe ser la alimentación de la madre en época de lactancia?

Como ese es un período de gran desgaste, conviene proporcionarles alimento balanceado de muy buena calidad (muchas veces, se les dá alimentos para cachorros, porque son más ricos en proteínas ), y en toda la cantidad que la perra quiera. A diferencia del momento de la preñez, que es preciso cuidar que no se sobrealimente para evitar que llegue al parto con peso excesivo. Pero, durante la lactancia, la comida debe ser "ad libitum" (sin limites )

¿Cómo se detecta el comportamiento de una buena madre?

En primer lugar, cuando nacen sus hijos, se ocupa de ingerir las membranas que recubren al cachorro, corta el cordón umbilical y les lame todo el cuerpo para estimular el aparato respiratorio y circulatorio de los recién nacidos. También los limpia para eliminar adherencias o liquidos que pudieran quedar sobre sus cuerpos y producirles infecciones. (En estado salvaje, también la higiene del perrito recién nacido se efectúa para evitar que posibles depredadores los huelan y puedan atacarlos )

¿Los lenguetazos de la madre pueden compararse con las palmadas que se les dan a los bebé cuando nacen?

Ocurre algo parecido. La perra lame a los recien nacidos, con bastante energía, incluso, los revuelca por el piso. Esto provoca una cierta resistencia en los cachorros y esto, de algún modo y muy levemente, también les sirve para ejercitar su sistema muscular. Además, las lamidas que realiza sobre la pancita y alrededor de los esfinteres de sus hijos es para estimular la miccion y la defecación.

¿Durante cuánto tiempo realiza la perra esta tarea?

Unas tres semanas. Algunos cachorritos comienzan a movilizar su aparato digestivo y urinario, un poco antes. De todos modos, las buenas madres continúan limpiando a los cachorros, por más tiempo.

¿Y si la perra no cumple con esta tarea de limpieza?

En ese caso y aclaro que no es lo habitual, el dueño de los cachorros tiene que ocuparse de la tarea. Para ello, con un algodón humedecido en agua tibia y exprimido debe masajear la zona genital y perineal de los cachorros para ayudarlos a hacer sus necesidades. Este trabajo debe hacerlo cada dos o tres horas luego que los cachorros terminan de mamar y hasta que los perritos no necesiten ayuda para cumplir con sus funciones orgánicas. También deberá el dueño limpiar la paridera.

¿Las características maternales de las perras, dependen de las razas?

No, son individuales.

¿Conviene calefaccionar el ambiente donde se encuentran los cachorritos?

Las estufas o calentadores no son recomendables. De ser necesario, se puede colocar, en los costados de la paridera, bolsitas de agua tibia o botellas de agua caliente envueltas en tela, de modo que los cachorritos queden en el centro y la madre ocupe uno de los lados.

¿Cual es la temperatura ambiental ideal?

La que oscila entre 21º y 28º, pero hay que tener cuidado, puede resultar demasiado elevada para las madres, sobre todo para las razas de pelo largo. Esto puede provocar que se alejen de los cachorros porque el contacto de los mismos les produce más calor. La solución sería llevar la temperatura a unos 20º , 22º y, en caso de que la madre le moleste, bajarla un poco. A los cachorros, salvo que haga un frío excesivo, la cercanía de la perra les resulta abrigo suficiente.

Pero ¿y cuándo la perra no está en la paridera?

Entonces, los perritos se juntan, se apilan entre ellos, y evitan pérdidas de calor.

Características del Carlino - Pug

  • Altura a la cruz: unos 35 cm
  • Peso: unos 8 kg
  • Capa: beige (plateada o albaricoque) o negra, máscara y orejas negras, a veces con una raya negra a lo largo del dorso, desde la occipucio a la cola (saddle mark)
  • Promedio de vida: de diez a doce años
  • Carácter: tranquilo, sociable, sensible, muy a pegado a sus dueños, vivo y muy juguetón
  • Relación con los niños: muy buena
  • Relación con otros perros: buena
  • Aptitudes: perro de compañía
  • Necesidades del espacio: bien adaptado a la vida en el interior de la vivienda
  • Alimentación del Carlino - Pug: 200 g diarios de alimento seco completo
  • Arreglo: nulo
  • Coste mantenimiento: moderado

Descrito por algunos aficionados a la raza como «la mezcla perfecta de atractivo canino y melancolía», el Pug mantendrá inmediatamente entretenidos a sus propietarios durante horas sin fin con su personalidad parecida a la de un payaso. La propiedad de un Pug suele transmitirse de padres a hijos y en una familia acaban siendo varias las generaciones que han tenido, muy felizmente, ejemplares de esta raza. Se trata de un perro con una gran personalidad que se encuentra tan cómodo viviendo en una casa grande como en una pequeña. Algunos propietarios les llaman «pequeñas personas», y cuando se conoce a esta raza es fácil comprender por qué.

El ladrido del Pug es sorprendentemente grave en relación con su tamaño. De hecho, suele ser un perro guardián bastante bueno, presto a ladrar cuando suena el timbre de la puerta o cuando alguien se acerca a casa. Si tiene usted el sueño ligero, será bueno tener presente que aunque no todos los Pug roncan, muchos sí lo hacen.

El Pug es un perro pequeño excepcionalmente limpio y que apenas tiene olor perruno. Algunos consideran que el Pug es una raza muy adecuada para la gente anciana y/o discapacitada, aunque no se debe olvidar que, al igual que todos los perros, necesita hacer algo de ejercicio. Teniendo todo en cuenta, el Pug parece ser feliz siendo lo que sus propietarios necesitan que sea. Puede sentirse satisfecho enroscándose y formando una bolita a sus pies mientras su propietario mira la televisión o hace calceta. Disfrutará jugando animadamente con una pelota o también puede ser un payasito amistoso, entreteniendo así a su audiencia casera.

Aunque el origen de la raza se encuentra en China, su personalidad difiere bastante de la de muchas otras razas del Lejano Oriente, ya que no muestra ningún aire de superioridad. El Pug es una raza única en muchos aspectos y tiene numerosos admiradores debido, en parte, a su pícaro sentido del humor y a su forma de ser tan irresistible y atractiva.

Características físicas

El Pug es pequeño, cuadrado, rechoncho y tiene unas proporciones bien combinadas, además de una musculatura compacta, lo que hace que sea un animal pequeño y fuerte bastante diferente de la mayoría de los perros pertenecientes al grupo de razas miniatura. Su peso ideal es de 6,3-8,1 kg, aunque algunos tienen un peso algo mayor y, seguramente, pocos machos habrá que pesen menos de 8,1 kg. Aunque el estándar no diferencia entre la talla de los machos y las hembras, aquellos suelen ser algo mayores que las hembras.

Siempre debería recordar que los Pug suelen disfrutar mucho con su comida y pueden ser bastante glotones. Así, es necesario tener un control suficientemente estricto de su dieta para que no acabe con sobrepeso. Una vez el Pug haya adquirido un peso excesivo, será extremadamente difícil que lo pierda.

El tórax del Pug es amplio y el cuerpo se encuentra implantado sobre unas extremidades fuertes. La cabeza, que es grande, redonda, arrugada y con unos ojos oscuros y globulares se ve compensada en la parte trasera por la cola, que es de implantación alta y fuertemente enroscada por encima de la cadera, siendo muy deseable que tenga un doble tirabuzón.

  • Colores y capa

Podemos encontrar Pug de color plateado, albaricoque, leonado y negro, aunque actualmente los de color plateado escasean. Aunque no se menciona en el estándar de la raza, los Pug leonados tienen una doble capa, que consiste en una capa externa resistente a la intemperie y en una subcapa suave y aislante. En los Pug negros la capa es sencilla.

Los colores están claramente definidos y deberían disponer de una línea negra (también llamada «señal») que se extienda desde la parte posterior de la cabeza hasta la cola. La máscara (u hocico) también debería ser lo más negra posible, al igual que las orejas, los lunares de los pómulos y el «diamante» (o «mancha de pulgar») de la frente.

Muchos criadores consideran que la calidad general de los Pug negros actuales no es tan buena como antaño. De todas formas, sigue habiendo un puñado de ejemplares negros de excelente calidad capaces de hacer la competencia a los mejores y que están a la altura de los ejemplares de antes. Desgraciadamente existen pocos criadores que se dediquen a los Pug negros en la actualidad, ya que la capa debería ser negra azabache y sin manchas de ningún otro color. Debido a su color, las deseables arrugas de la cabeza deben ser profundas y marcadas, y deben apreciarse con claridad.

El pelaje del Pug es de fácil cuidado, ya que es liso, fino y suave. Se trata de una capa corta y lustrosa que no debería ser ni áspera ni lanosa al tacto. El pelaje del Pug muda, aunque no tanto como el de muchas otras razas. La gente que padezca alergia debería comprobar, antes de adquirir un Pug, que su pelo no les cause molestias. Debe tener muy presente que el perro permanecerá a su lado de por vida, así que debe asegurarse de haber tomado una buena decisión y haberse informado bien antes de decidirse por una cierta raza.

En cuanto a las alergias, algunos Pug sufren alergia a las pulgas, así que es muy importante que mantenga al suyo libre de estos parásitos.

Debido a las arrugas de su cabeza, se debe tener un especial cuidado para mantener esta zona limpia y así evitar cualquier acumulación de suciedad que podría provocar irritaciones cutáneas.

La cola enroscada del Pug es natural y no se corta para que tenga este aspecto. De hecho, no es tan corta como pudiera imaginarse con una primera impresión, lo que pasa es que está muy enroscada.

Hace poco se ha visto que unos pocos Pug sufren un problema vertebral que parece que está provocado por la cola enroscada. Esto suele apreciarse antes de que cumplan los 12 meses y puede provocar, desgraciadamente, que el perro quede lisiado.

Personalidad

Ésta es una raza que tiene un gran encanto, dignidad e inteligencia, aunque al igual que otras razas inteligentes puede ser bastante terca. El Pug es una raza con un temperamento equilibrado y un talante alegre y vital. La amistad que muestra suele ser efusiva, de hecho, la mayoría de Pug parecen estar constantemente encantados de conocer a personas y muestran un especial afecto por los niños. De todas formas, aunque se muestra amistoso con los extraños, dedica la máxima fidelidad a su propietario y su familia.

El Pug es una raza valiente que, a pesar de su diminuto tamaño, disfruta haciendo ejercicio fuera de casa y tiene un cierto instinto osado y deportivo que puede hacer que a veces se meta en problemas con otros perros. Con esto no se pretende decir que los Pug suelan ser agresivos, aunque puede que a veces lo sean debido a los celos.

Dentro de casa, al Pug no hay nada que le guste más que una temperatura templada y la comodidad, además del cariño y las caricias que le proporcionan sus propietarios.

Los Pug y los niños

Los Pug parecen ciertamente felices cuando están con niños y, generalmente, el sentimiento es mutuo. Ésta es una raza que parece estar siempre dispuesta a un pequeño revolcón, aunque, cuando estén con perros, los adultos siempre deberían vigilar a los niños. Si se les enseña a respetar a los perros, tanto ellos como los Pug podrán pasar muchas horas alegres en compañía mutua. De todas formas, los adultos nunca deberían permitir que ninguno de los dos se excite.

Preocupaciones relacionadas con la salud

Debido al hocico chato del Pug, éste puede padecer problemas respiratorios y no tolera fácilmente el calor excesivo. De todas formas y en general, el Pug es una raza razonablemente sana y puede vivir muchos años. Vale la pena también tener presente que no tolera bien la anestesia, así que será bueno que se lo comente al veterinario si el perro está pendiente de una operación.

Los Pug, al igual que cualquier otra raza braquicéfala, pueden ser susceptibles a la elongación del paladar blando. Esta raza ha sido criada durante siglos para que tenga un hocico chato y la piel arrugada y, como resultado, el paladar blando tiende a ser ancho y laxo. A medida que el perro jadea, el paladar blando retrocede hacia la laringe, con lo que el aire no puede llegar a los pulmones. Es esto lo que provoca que los Pug se muestren muy inquietos cuando el clima es muy cálido o después de hacer mucho ejercicio.

Así, es necesario que vigile cuidadosamente a su Pug cuando el clima sea caluroso y que esté atento a cualquier síntoma de fatiga mientras esté haciendo ejercicio. Los síntomas de peligro son los ojos saltones, la mirada fija y la cabeza llevada alta en un esfuerzo por inspirar más aire. El perro puede perder el conocimiento y dejar de respirar, aunque a veces volverá a hacerlo después de unos pocos segundos, aunque no siempre.

No hace falta mencionar que cualquier perro puede sufrir e incluso asfixiarse si se le deja dentro de un coche en un día cálido, incluso con la ventilación en marcha. Los Pug tienen una mayor tendencia a verse afectados que la mayoría de las razas, así que esté atento. Nunca deje al Pug en el coche y así quizá evite esta tragedia.

Si su perro tiene la desgracia de sufrir un agotamiento por calor o insolación, debería colocarle hielo sobre la cabeza, la cara y el cuerpo inmediatamente. El perro debería ser mantenido tan fresco y tranquilo como sea posible. Cualquier Pug que parezca especialmente susceptible a padecer las consecuencias de un paladar blando elongado no debería ser utilizado como reproductor.

Vale la pena mencionar que tanto si su Pug padece problemas respiratorios como si no, y lo mismo se puede aplicar a cualquier otra raza, nunca se le debería dar comida inmediatamente antes o después de un ejercicio agotador. Las opiniones difieren, pero cuando ejercito a mis perros me gusta darles una hora de descanso antes de ofrecerles comida.

El Pug siempre debería tener unos ojos perfectamente descritos como de forma globular, aunque sin ser demasiado abultados. Unos ojos así pueden conllevar varios problemas ya que, debido a su prominencia, son más propicios a sufrir heridas o rasguños debidos al polvo y la suciedad que pueden quedar pegados en ellos. Los buenos propietarios de un Pug se asegurarán de que no haya rosales ni ninguna otra planta con espinas en el jardín.

Otro problema ocular que puede sufrir el Pug es el entropión. Esto implica que uno o los dos párpados están vueltos hacia dentro, con lo que contactan con el globo ocular. Como consecuencia se provoca una irritación en la córnea que puede ser dolorosa. El entropión puede conllevar pestañas vueltas hacia dentro, aunque en una raza con la piel arrugada como el Pug, esto también puede suceder de forma leve si el perro pierde peso repentinamente.

Ante cualquier síntoma de entropión, cualquiera que sea la causa que se sospeche, se debería buscar ayuda veterinaria. En algunos casos es necesaria la cirugía.

La luxación patelar, que consiste en la dislocación de la rótula, está provocada porque ésta se desplaza sobre una hendidura poco profunda. Se trata de un defecto hereditario que puede darse en los Pug. Los perros con malas caderas o con luxación patelar no deberían ser utilizados como reproductores.

Otro problema que ha afectado al Pug está generalmente asociado con razas de gran tamaño. Se trata de la displasia de cadera, en la que la articulación de la cabeza femoral con el acetábulo de la cadera no encaja bien, lo que provoca cojera y dolor. Afortunadamente, la displasia de cadera no es tan frecuente en esta raza como lo era antaño.

  • Buena salud general en casa

Las glándulas anales del Pug pueden provocar problemas si no son vaciadas periódicamente. En la naturaleza, el perro las vacía regularmente para marcar el territorio, pero en el caso de los perros domésticos esta función ya no es necesaria, con lo que su contenido puede acumularse y provocar una obstrucción, causando molestias y dolor al perro. Las glándulas anales, que se encuentran situadas a ambos lados del ano, necesitarán ser vaciadas si vemos que el Pug arrastra su trasero por el suelo o si va dando varias vueltas para aliviar el dolor.

Aunque se debe tener cuidado para no hacerle daño, se pueden vaciar estas glándulas presionando suavemente a ambos lados del ano y utilizando una gasa o bola de algodón o un pañuelo de papel para recoger su pestilente contenido. Si permitimos que las glándulas anales se hinchen, se pueden formar abscesos, lo que provocará dolor al perro y la necesidad de atención veterinaria.

Los Pug pueden hacer todo tipo de travesuras, así que no es raro que pudieran tragarse, inadvertidamente, alguna sustancia venenosa en el curso de sus investigaciones. Obviamente, será necesaria una visita urgente al veterinario si esto sucede, pero, si es posible, cuando le telefonee, debería decirle qué sustancia ha ingerido,ya que pueden ser necesarios tratamientos específicos. Si fuera necesario hacer vomitar al perro (y éste no es siempre el caso cuando se sufre un envenenamiento), un pequeño terrón de carbonato sódico administrado por vía oral surtirá un efecto inmediato. Como alternativa, una pequeña cucharada de sal o de mostaza disueltas en agua tendrán un efecto similar, aunque puede que resulten un poco más difíciles de administrar y su efecto no será tan rápido.

No es infrecuente que los cachorros de esta raza padezcan ataques espasmódicos mientras les están saliendo los dientes. No suelen ser graves y son muy breves: están provocados simplemente por el dolor que les provoca la dentición. Por supuesto, debe asegurarse de que la causa no sea más grave, aunque dar al cachorro algo duro para que lo muerda generalmente solucionará este problema.

Si deseas saber más sobre el Pug te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Pug Serie Excellence:

Todo lo que deberías saber sobre el pug carlino

Debe la denominación carlino al famoso actor italiano del siglo XVIII Carlo Bertinazzi (Carlín), seguramente porque su aspecto, cuando interpretaba al personaje de un arlequín con antifaz negro, recuerda a la máscara del carlino.

En cuanto al término pug, es más incierto su origen, predominando la tesis que hace referencia a que pug procede del vocablo pugnus, que significa puño en latín, debido a que su morro recuerda al de un puño humano. Por otra parte, hay quienes piensan que pug era la manera coloquial que se utilizaba en Inglaterra en el siglo XVIII para referirse a los perros.

Esta raza de perros tiene su origen en Oriente y más concretamente en China. Ello viene avalado, entre otras circunstancias, por el gran parecido que este perrito guarda con el pekinés así como con las estatuillas chinas que son el símbolo del guardián de los altares y hogares.

Los primeros datos que sobre la raza se tienen proceden del siglo XVI y están relacionados con la aristocracia de la época. No en vano, esta raza llegó a ocupar un lugar privilegiado junto a personas como el estatúder Guillermo I, siendo uno de sus descendientes quién llevó a Inglaterra los primeros ejemplares.

Los carlinos comenzaron a conocer su expansión en el siglo XVII, al irse diseminando ejemplares de la raza desde Inglaterra y los Países Bajos en dirección a gran número de cortes europeas. Fue entonces cuando los pugs se convirtieron en la raza preferida de la alta sociedad. De esta manera otras razas como los bichones, los caniches o los epagneuls fueron quedando a un lado y los carlinos pasaron a ser los inseparables compañeros de las señoras de la alta sociedad que pretendían hacer alarde de snobismo.

A finales del siglo XIX la popularidad del pug carlino comenzó a descender, dado que las damas de alto copete comenzaron a sentir predilección por otras razas del estilo del perro pekinés. En la pasada década de los 70 comenzó la recuperación de su perdida popularidad, dado que los duques de Windsor fueron auténticos amantes de estos pequeñines. Desde entonces y hasta hoy, su popularidad se ha mantenido intacta.

Características y rasgos físicos

Con una altura a la cruz de unos 35 centímetros y un peso que oscila entre los 6 y los 8 kilos, este vivo y sensible perrito cuenta con una serie de características generales como son…

Su cabeza, que se considera grande en proporción con el resto del cuerpo, es muy fuerte y redonda. En su cara y su nuca se observan unas arrugas muy marcadas y no es conveniente que se aprecie una hendidura en el cráneo. En su cara se puede ver una especie de máscara más oscura.

Su hocico muestra una protuberancia ligera, sin llegar a ser demasiado pronunciado. Se trata de un hocico corto y cuadrado, truncado y nada respingón. Podrás estar seguro de que es un carlino si cuenta en esa parte de la cara con unas arrugadas notablemente definidas.

Sus ojos suelen ser de una tonalidad marrón muy oscura, prácticamente negros y con forma grande. Notarás que son brillantes y lo que se conoce como “saltones”.

Sus orejas han de ser pequeñas, delgadas y de color negro. Encontrarás ejemplares con las llamadas “orejas rosa”, que son pequeñas, colgantes y curvadas hacia atrás dejando a la vista el canal auditivo. También existen ejemplares con “orejas de botón”, que se doblan hacia adelante, pegándose al cráneo de manera que tapan el canal auditivo.

Su cuello es grueso y fuerte.

Su cuerpo es compacto y corto. Su pecho es ancho y con buenas costillas. Su espalda se iguala desde la cruz hasta la colocación alta de la cola, no debiendo tener curvas ni estar desequilibrada.

Sus extremidades son fuertes, paralelas y rectas.

Sus pies no tienen una forma ni demasiado alargada ni demasiado redonda, manteniendo un término medio. Los dedos están separados y las uñas son de color negro.

Su cola tiene su propio nombre, que no es otro que espiral. Es importante que forme un bucle compacto en la zona alta de la cadera. Se valoran mucho las colas que tienen una doble vuelta.

A pesar de su pequeño cuerpo, el Pug Carlino es un perro relativamente veloz que incluso puede saltar hasta tres veces su propio tamaño.

Color y capa

Su pelaje es de muy fácil cuidado al ser suave y fino. Consta de una capa lustrosa y corta que no ha de ser ni lanosa ni áspera al tacto. El pug muda su pelo aunque no tanto como otras razas. A los alérgicos al pelo de los perros les será útil hacerse una prueba de alergia antes de adoptar a uno de ellos. Tu mascota será tu compañera durante toda su vida, por lo que debes meditar tal decisión.

En cuanto a sus colores existen ejemplares de pug carlino de diferentes tonalidades como plateados, leonados, negros, de tonos albaricoque o beig, si bien los plateados no son muy comunes.

Los leonados tienen una doble capa, consistente en una capa externa que resiste bastante bien la intemperie y una subcapa aislante y suave.

Los colores están definidos con claridad y deben disponer de una línea negra, a la que llaman “señal” que se va extendiendo desde la parte posterior de la cabeza hasta la cola. La máscara también debe ser de un negro intenso, del mismo modo que los lunares de los pómulos, las orejas o la “mancha de pulgar” de la frente, que se conoce también con el nombre de “diamante”.

Temperamento

Como curiosidad, podemos apuntar que de él se dice es “la mezcla perfecta de atractivo canino y melancolía”. Cuenta con la capacidad de saber mantener perfectamente entretenidos a sus dueños durante un sinfín de horas con su espíritu de payaso.

Es frecuente que la propiedad de un pug carlino se transmita de padres a hijos, por lo que son muchas las familias en las que sus distintas generaciones han compartido felicidad con ejemplares de esta raza.

Entre las muchas ventajas de la misma se encuentra el hecho de que se adaptan igual de bien a vivir en una casa pequeña como en una grande. Considerados “pequeñas personas” por quienes tienen la dicha de albergarlos en sus hogares, presumen de un gran carácter, algo que se entiende fácilmente cuando se les conoce.

Si hay un rasgo característico de esta raza, es la gravedad de su ladrido si se tiene en cuenta su tamaño. Por ello tiene fama de ser un buen perro guardián, que ladrará tan pronto suene el timbre de la puerta o algún extraño merodee por la casa. En cuanto a sus ronquidos, a los que ya hemos hecho alusión, hay que prevenir a los futuros dueños de que no todos los carlinos roncan, pero sí muchos de ellos, lo que debe ser tenido en cuenta por quienes tienen el sueño ligero.

En la medida que es un perro pequeño tremendamente limpio, tranquilo y casi sin olor perruno, muchos lo consideran la mascota de compañía ideal para personas mayores o discapacitadas, que encuentran en ellos una excepcional fuente de entretenimiento y cariño. Ello no quiere decir que esté exento de necesitar ejercicio, sino simplemente que no es una raza con tantas ansias de actividad como otras.

Del carlino pueden decirse muchas cosas pero no que se trate de un perro aburrido, si bien lo cierto es que no es una mascota que se excite con facilidad. Fieles y dedicados a sus amos, no son nada escandalosos, por lo que las visitas se mostrarán encantadas con ellos.

Así, este perrito sorprende por su calma mientras se mantiene enroscadito a los pies de su dueño cuando se encuentra, por ejemplo, viendo la televisión. Luego, como es lógico, también tiene algunos momentos algo más “movidos” en los que se lo pasa genial haciendo payasadas o jugando muy animado con una pelota.

Pese a que en origen se trata de una raza china, su temperamento nada tiene que ver con aquel del que hacen ostentación otras razas que proceden del Lejano Oriente, pues este perrito no muestra ni un ápice de afán de superioridad. Que el pug carlino tenga muchos admiradores no es fruto de la casualidad, dado que su pícaro sentido del humor conquista, como también lo hace su particular carácter.

De lo dicho se deduce que este excelente perro familiar presenta unas características bastante inusuales en los perros pequeños, sobre todo en lo que se refiere a su nivel de reactividad y de agresividad, que apenas se dejan notar en ellos.

En Petyzoo hemos comprobado que es un perro que en familia es afectuoso, si bien quizás algo menos que otras razas. La nobleza, sin embargo, sí es un rasgo a destacar en ellos. En la medida que no son demasiado obedientes, como en la mayoría de las razas, la elección de una hembra puede ayudar a la mejora de tal expectativa.

Tierno compañero, suele estar atento a cuanto acontece en la casa. Su entusiasmo también llama la atención, junto con la alegría con la que percibe la vida. Muy inteligentes, son sensibles al tono de voz, por lo que las voces altas serían consideradas por ellos como un castigo duro. Por ello, la mejor actitud que puede tomar un dueño respecto a este pequeñín es una actuación pausada y con calma, mostrando seguridad en sí mismo y que le haga entender cuáles son las normas.

Un aspecto que has de tener en cuenta antes de adoptar un ejemplar de pug carlino es que necesitan constante compañía, por lo que no es el perro adecuado para una persona que pase demasiado tiempo trabajando fuera de casa. En el caso de que permanezcan muchas horas solos llegarán a desarrollar ansiedad por separación.

Fuera de la casa hacen gala de un carácter osado y valiente, mientras que dentro de ella les fascina la comodidad y la temperatura suave, junto con los mimos de su dueño.

Relación con los niños

Un pug puede ser muy feliz al lado de un niño y el sentimiento suele ser mutuo. Estos perritos estarán dispuestos siempre al juego, en el caso de que los niños de la casa también sepan respetar a su mascota y no haya demasiada excitación por ninguna de las partes.

Al tratarse de un perrito pequeño, los juegos, sobre todo aquellos en los que intervengan niños de corta edad, deberían estar convenientemente supervisados por un adulto, de modo que la mascota no resulte lesionada.

Alimentación

Si quieres contar con una mascota sana y con el mejor de los aspectos, nada como ocuparte de que reciba una alimentación sana consistente en un pienso seco de calidad. Mientras siga siendo un cachorro debes elegir uno de entre la gama junior para pasar a otro de la gama adult cuando supere esta etapa.

Entre los problemas nutricionales más comunes que puede sufrir una mascota se encuentra el sobrepeso, siendo el pug carlino una de las razas que tiende a padecerlo, por lo que es importante que te ciñas únicamente a las dosis que el veterinario te indique.

Apariencia

El Pug es de 12 a 14 pulgadas de alto (a hombros) y pesa de 14 a 18 libras. Él tiene un pelaje corto, liso y brillante. Su pelaje puede ser cervatillo, negro, albaricoque o plateado.

Su pelaje solo requiere un cepillado ocasional. Él sera el único que se podía encontrar en la casa.

El Pug es una raza muy antigua, y se remonta a antes del 400 a. C. Él es de origen chino y está relacionado con el pequinés. Durante muchos siglos fue un compañero privilegiado en los monasterios budistas y en las cortes reales de Asia, y probablemente el primero en Europa durante el siglo XVI. Su nombre puede ser del latín “pugnus” o “puño”, o de una mascota popular del 1700. Se convirtió en el perro oficial de Holanda cuando salvó la vida del Príncipe Guillermo de Orange. Aparece en el trabajo de Goya y en pinturas de otros artistas famosos. En 1860, los británicos invadieron China y Pugs fueron enviados de regreso a Inglaterra. Primero fue exhibido en Inglaterra en 1886, y reconocido por el AKC en 1885. Su popularidad AKC fue 14 ° de 157 razas en 2007.

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El Pug es un perro amable, sensible, alegre, extrovertido, juguetón, leal y profundamente cariñoso

Historia del Carlino - Pug

Las teorías acerca del origen del Pug han provocado grandes debates a lo largo de los años. Algunos creían que la raza era originaria del Lejano Oriente, mientras que otros pensaban que fue en Europa. Actualmente se acepta, mayoritariamente, que el Pug tuvo su origen en China, desde donde pasó a Japón y más tarde a Europa. Es también bastante probable que el chato Pug, cruzado con otras razas europeas dolicocéfalas (de cráneo largo), sea antepasado de muchas otras razas braquicéfalas (de cráneo redondo).

En China existe, desde hace mucho tiempo, una raza canina llamada Happa (a veces se escribe Ha-pa), que es similar a un Pequinés con el pelo liso. De hecho, mucha gente cree que el Happa podría ser el antepasado del Pug. Los perros chatos son conocidos en China con el nombre de Lo-sze y, aunque puede que fueran conocidos en tiempos tan remotos como en el año 1115 a.C., no existen pruebas de su existencia hasta el año 663 a.C. El Lo-sze poseía unas características que lo distinguían claramente del Pequinés: su hocico era diferente, la capa era corta y las orejas eran pequeñas y en forma de hoja de parra. Hacia el año 732 d.C. leemos acerca de la existencia de un can pequeño y chato llamado perro Suchuan pai que fue enviado, junto con otros regalos, de Corea a Japón.

El nombre «Pug»

La palabra «Pai» fue utilizada para designar a este tipo de perro y es posible que a los oídos europeos este nombre se pareciera al que se utiliza actualmente en Occidente: «Pug». En 1731, se definía la palabra «pug» como el apodo de un mono o un perro. Los titís eran mascotas populares en esa época y es probable que la cara chata del Pug hiciera que compartieran ese nombre.

Otra posibilidad es que el nombre derive de la palabra latina pugnus, que significa «puño», ya que había gente que pensaba que la cara del Pug se parecía a un puño cerrado. La palabra «pug» o «pugge» era también un término cariñoso, aunque puede que también derivara de «Puck», lo que evoca imágenes shakesperianas de una cara traviesa.

En algunos países europeos, el Pug sigue siendo conocido con el nombre de «Mops», que procede de la palabra holandesa Mopshund. El verbo mopperen significa «refunfuñar» y puede que el nombre «Mops» se comenzara a utilizar debido al aspecto arrugado y con el ceño fruncido de este perro.

En Francia, el nombre utilizado fue el de Carlino, en honor a un conocido actor del siglo XVIII famoso por su papel como Arlequín. Se cree que en Francia se utilizó y se sigue utilizando el nombre Carlino debido a la máscara negra de esta raza.

La raza en China

En China, los perros eran frecuentemente tratados casi como miembros de la realeza, e incluso a algunos se les conferían títulos. Eran celosamente vigilados y muchos disponían de sirvientes que les cuidaban y procuraban que dispusieran de todas las comodidades. Por ello, el Pug era poseído, principalmente, por el círculo de la corte o por los miembros de las clases gobernantes y, con frecuencia, estos perros eran tratados como objetos preciosos.

El Pug disfrutó de una gran popularidad en China, por lo menos hasta el siglo XII, pero a partir de ahí el interés pareció decrecer y existen pocas menciones de esta raza hasta principios del siglo XVI.

El Pug llega a Occidente

Actualmente se acepta generalmente que el Pug tuvo su origen en Oriente y que acabó por llegar a Europa. Se parecía mucho a la raza que conocemos hoy día. Mucha gente creía que el Pug procedía de las razas de tipo Mastiff, con antepasados tales como los perros de pelea de la antigua Grecia. Ciertamente, en Europa se dieron algunos cruces extraordinarios, tiempo ha, con el Bulldog, entre otros, pero en China el objetivo era, claramente, criar perros tan fieles al tipo como fuera posible. Son estos perros los que supusieron una firme base para el Pug actual.

Antes de llegar a Occidente, el Pug era popular en toda Asia y parece que llegó hasta Europa pasando por Rusia. Se dice que la zarina Catalina la Grande de Rusia tenía un gran número de Pug y de loros en una misma habitación. Uno no puede sino imaginarse tal escena. Lo que es quizá igualmente fascinante es la imagen que nos podemos hacer al saber que varios de los perros de esta zarina la acompañaban siempre a la iglesia.

El Pug ha estado muy relacionado con Holanda, ya que ha sido muy popular en ese país, y al principio eran llamados «Mastiff Holandeses». Este nombre podría explicar la confusión que surgió acerca del origen de la raza. Los Pug holandeses estaban, ciertamente, destinados a tener una gran influencia en su difusión por toda Europa.

La Compañía Holandesa de las Indias Orientales jugó un papel importante en el comercio con Oriente. Está claro que en muchos de los viajes de vuelta de los barcos se trajeron tanto Pug como Pequineses como preciado cargamento. Se dice que un Pug salvó la vida de Guillermo I de Nassau (llamado el Taciturno) cuando en Hermigny, alrededor de 1572, este rey se encontró con un ataque por sorpresa de las tropas españolas. Cuando el Pug escuchó el rumor de las tropas, armó mucho escándalo, rascando y lloriqueando, y saltó encima del monarca para despertarle. A partir de entonces, Guillermo I siempre tuvo perros de este tipo y, como consecuencia, los Pug fueron la raza favorita en la corte holandesa.

El Pug llega a Inglaterra

Un nieto de Guillermo I de Nassau era Guillermo de Orange, y llegó a Inglaterra con su mujer, María, en 1688, para ocupar el trono inglés. Junto con la pareja vinieron muchos Pug. Cada uno llevaba un lazo naranja en torno a su cuello para denotar que pertenecían a la casa real de Orange. Esta raza pronto encontró aceptación en Inglaterra, donde fue conocida como el Pug holandés, aunque más tarde el nombre que se utilizó con mayor frecuencia fue el de Pug o Pug-dog.

En la Gran Bretaña dieciochesca el Pug se puso muy de moda no sólo en la corte, sino también entre la gente con un cierto rango social. De hecho, cuando las mujeres salían de casa era bastante frecuente que fueran acompañadas por un sirviente ataviado con un turbante y por un Pug. La reina Carlota, esposa del rey Jorge III (1760- 1820), era también muy aficionada a la raza y poseía muchos ejemplares, uno de los cuales aparece en un cuadro que se puede ver en Hampton Court. De todas formas, al final del reinado de Jorge IV, en 1830, el Pug ya no estaba de moda, y hacia mediados del siglo XIX su popularidad ya había declinado.

El declive del Pug no pasó desapercibido, en forma alguna, por el escritor Taplin, que escribió acerca de esta raza: «. no es útil para practicar ningún tipo de deporte, no apropiado para nada útil, susceptible a no tener pasiones dominantes. ». Estos comentarios no habrían servido, con toda seguridad, para potenciar la popularidad de esta raza que fue conocida, con enorme rapidez y bastante despectivamente, como «mascota para señoras mayores».

Pero el Pug no quedó falto de aprecio por mucho tiempo, gracias en parte a la reina Victoria, que era una gran aficionada a los perros y que tenía Pug, además de perros de muchas otras razas. Es probable que sus primeros Pug le fueran entregados por parientes de familias reales de la Europa continental. Parece que tuvo estos perros como perros de guardería, cosa de lo más apropiada para esta raza, que se lleva muy bien con los niños.

El príncipe de Gales regaló un Pug llamado Bully a su esposa, la reina Alejandra, antes de partir hacia un viaje por la India. Por supuesto, la reina Alejandra también era muy conocida por su afición a los perros y mostró un gran interés por los certámenes caninos de belleza, actividad crecientemente popular, especialmente entre los propietarios de Pug.

Existían dos líneas o estirpes principales en Gran Bretaña en las primeras décadas del siglo XIX. Un tabernero llamado Mr. Morrison crió Pug de color leonado claro en Waltham Green, y Lord y Lady Willoughby d’Eresby utilizaron ejemplares importados para mejorar el tipo. Existen algunas conjeturas acerca de si los d’Eresby obtuvieron dos Pug de manos de un funámbulo ruso o si se hicieron con un ejemplar de manos de una condesa húngara que vivía en Viena. De todas formas, los Pug de Morrison desempeñaron un importante papel en el desarrollo de esta raza en Gran Bretaña en sus primeros tiempos. Se ha sugerido que los perros del criadero Willoughby procedían directamente del criadero real de la reina Carlota. Con el tiempo, las dos líneas se unieron y así, hasta cierto punto, perdieron su individualidad, aunque hoy día estas características líneas todavía se nos muestran de vez en cuando.

Aunque su leyenda no tiene, necesariamente, ninguna base, los Pug de color albaricoque-leonado Lamb y Moss también tuvieron un papel destacado. Se dice que sus padres fueron capturados durante el sitio del palacio de verano en China durante la década de 1860 y parece que fueron traídos a Inglaterra por el marqués de Wellesley, donde fueron entregados a una señora llamada Mrs. St. John. Puede que esto no sea del todo cierto, ya que hay varios hechos que no concuerdan con la historia, pero lo que sí es cierto es que estos dos perros fueron los padres de Click, uno de los ejemplares más famosos de la historia de esta raza. Fue un valiosísimo semental que procreó algunas hembras excelentes y también tuvo una gran influencia sobre la raza en los EE.UU.

Pug Negros

En 1877, el color negro fue considerado como un color «nuevo» en esta raza. Siempre se ha debatido acerca del origen de los Pug negros de Lady Brassey, quien exhibió algunos ejemplares de este color en la exposición canina de belleza de Maidstone en 1886. Uno de ellos era Jack Spratt, que puede que hubiera sido adquirido por Lady Brassey durante su corto viaje a China.

De todas formas, aunque entonces se consideró que el negro era un color nuevo, sabemos, gracias a los cuadros de William Hogarth, que los ejemplares negros eran anteriores a esa época. El cuadro de Hogarth House of Cards, pintado en 1730, muestra a un Pug negro. Cien años más tarde, la reina Victoria tuvo uno con manchas blancas. Puede que éste llegara a Inglaterra procedente de China como regalo para la reina.

Se ha dicho que los Pug negros habían sido criados en Inglaterra mucho tiempo atrás, pero como habían sido criados a partir de ejemplares de color leonado y albaricoque, se consideró que se trataba de mutaciones y, por ello eran sacrificados al nacer. De todas formas, también es posible que estos perros «negros» no fueran negros verdaderos (ébano), sino tiznados, y que como resultado no fueran considerados atractivos.

En 1896, se hicieron esfuerzos por exhibir al Pug negro como si se tratara de una variedad obtenida en Inglaterra, pero a pesar del considerable apoyo, no fue permitido. Un famoso Pug negro llamado Nigger Sam era también conocido como «el Pug cantor». Parece ser que cuando se le daba un acorde con el piano o tarareando, captaba la nota y cantaba totalmente afinado. El Pug negro tenía, ciertamente, sus admiradores y se ha escrito que en 1900 dos de ellos fueron vendidos y llevados a Nueva York por un total de 350 libras esterlinas.

El Pug en el arte

Muchos artistas han incluido al pequeño y encantador Pug en sus cuadros y, gracias a ellos, contamos con un buen indicador de los ejemplares en cada época. Goya retrató algunos hermosos ejemplares de esta raza, y a partir de ellos podemos decir que su calidad era alta en España.

Reingale es otro artista conocido por pintar animales y que retrató al encantador Pug en sus obras. Muchos libros antiguos de perros incluyen grabados de esta adorable raza, aunque no todos ellos han sido apreciados por los aficionados al Pug. Aunque existen otros muchos retratos dignos de mención, Blonde and Brunette, pintado por Charles Burton Barber en 1879, es uno de mis favoritos y muestra a una joven dama absorta en su libro mientas su Pug descansa cómodamente apoyado sobre su brazo.

La porcelana de Meissen, o la de Dresde, es también famosa por sus figuras de Pug. Los perros tienen unas poses maravillosas y reales, como por ejemplo rascándose o unos cachorros mamando de su madre. Ciertamente, el Pug debe encontrarse entre las razas más populares plasmadas en porcelana y en otros objetos coleccionables. La mayoría de los del siglo XVIII alcanzan precios muy altos e incluso los del siglo XIX son cada vez más escasos. A veces se ven piezas de porcelana en las que los Pug tienen las orejas cortadas y muchos llevan campanillas en sus collares, lo que hace que resulten todavía más encantadores.

Por otro lado, el Pug aparece en cajitas de rapé, recipientes para el tabaco y en pisapapeles, además de en topes de puertas. De una forma un tanto diferente, el Pug también fue retratado por los francmasones alemanes. La imagen del Pug fue utilizada como símbolo de testarudez cuando el Papa excomulgó a los francmasones en 1736.

Citas en las que aparece el Pug

El Pug es una raza tan singular y encantadora que muchos autores notables han escrito en verso y en prosa acerca de ella. En 1685 Tate habla del Pug en Cuckholds-Haven cuando Clogg se compara a sí mismo, entre otras cosas, con un Pug. Cuando entregaba una carta decía: «Querida y delicada dama, soy su pequeño periquito, su gorrión, su melenudo, su Pug, su ardilla». (Un «melenudo» era un perro Maltés).

En 1728, el poeta Gay escribió: El pobre Pug fue capturado y llevado a la ciudad, Allí fue vendido. Como se envidió su suerte, Hecho cautivo en la habitación de una señora.

Y poco después, en 1740, David Garrick habla del Pug en Lethe AEsop in the Shades. A Mrs. Tatoo se le describe como a alguien que «tiene un perro Pug y odia a los clérigos».

Gente famosa y sus Pug

Muchas personas muy respetadas y famosas fueron devotos propietarios de Pug durante los siglos XIX y XX. Entre ellos se encontraban la reina Victoria, que tuvo 36 Pug a lo largo de su vida, la reina Alejandra y el duque y la duquesa de Windsor.

Sotheby’s, de Nueva York, vendió una fabulosa colección de objetos del hogar parisino del duque y la duquesa, y en la sala de licitaciones aparecieron unos 120 Pug para ser subastados. Muchos objetos de recuerdo en los que aparecía este perro alcanzaron precios espléndidos, y un cuadro de un Pug con una muñeca japonesa alcanzó los 36.800 dólares. Incluso una almohada bordada que mostraba la cabeza de un Pug se adjudicó por más de 13.000 dólares y por un grabado de plata del duque de Windsor con el Pug Dizzy se pagaron 18.400 dólares. Un cuadro de un Pug negro sentado en una silla amarilla se vendió por 26.450 dólares.

El Pug en los EE.UU.

En los EE.UU. el Pug fue aceptado para su inscripción en el libro de orígenes genealógico del American Kennel Club en 1885. Allí, al igual que en otros países, se encuentra clasificado en el grupo de perros miniatura. Para la FCI esta raza forma parte del grupo de perros de compañía. La raza es popular como mascota en los Estados Unidos, donde también ha sobresalido en el ring de los certámenes caninos de belleza. En 1981 Ch. Dhandys Favorite Woodchuck (propiedad de Robert A. Hauslohner) fue el primer ejemplar de esta raza en ganar el premio al Mejor de la Exposición en el certamen canino de belleza del Westminster Kennel Club. Hasta la fecha éste ha sido el único Pug que ha conseguido este gran triunfo.

Si deseas saber más sobre el Pug te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Pug Serie Excellence:

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