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Qué hacer cuando dos gatos se pelean? 10 trucos

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La presentación del gato adoptado al resto de felinos de la casa debe hacerse paso a paso, con ayuda de un transportín y de los brazos del dueño

  • Autor: Por EVA SAN MARTÍN
  • Fecha de publicación: 10 de octubre de 2013

La llegada de un nuevo gato a una casa donde ya viven otros felinos puede parecer un problema al principio, aunque con algunos consejos las asperezas desaparecerán y los peludos podrán convertirse en grandes amigos. En este artículo se recogen seis claves para que el gato adoptado sea aceptado por el resto de felinos: pasar por el veterinario, ofrecer una habitación aislada al recién llegado, presentaciones con transportín y premios, encuentros en los brazos del dueño y frenar las posibles peleas entre gatos que pudieran surgir al principio.

Nuevo gato en casa: ¿cómo presentarle al resto de felinos?

La llegada de un nuevo gato a casa necesita un tiempo de adaptación para que el resto de los felinos encuentren su lugar

Billy es un gato atigrado de tres meses de edad. Este pequeño y simpático felino acaba de ser adoptado por una familia en cuya casa ya conviven otros gatos adultos. ¿Cómo lograr que la convivencia entre ellos sea positiva e, incluso, que lleguen a ser buenos amigos peludos?

"La llegada de un nuevo gato a una vivienda donde ya hay otros felinos adultos suele provocar algunos problemas iniciales, ya que los animales necesitarán recolocar al recién llegado", advierte la veterinaria Patricia González.

Sin embargo, si la adaptación se hace del modo correcto, es muy extraño que haya problemas o que las peleas entre los gatos se prolonguen. "La clave es hacer las presentaciones de un modo muy progresivo", añade esta experta felina. A continuación se explican seis pasos para conseguirlo:

1. El gato nuevo precisa visitar al veterinario

El primer paso para introducir a un nuevo gato en casa es pasar por el veterinario. El doctor felino necesita examinar al peludo recién llegado, evaluar su estado de salud y analizar si posee parásitos internos o externos (pulgas) que precisen tratamiento. De este modo, además, se evita que la infección pase a los felinos que ya viven en casa, ya que este tipo de parásitos suele propagarse entre los amigos de cuatro patas de un modo rápido.

Esta primera visita al veterinario también servirá para realizar las pruebas de leucemia así como el test de inmunodeficiencia felina, el llamado sida de los gatos. Estos análisis son esenciales, ya que sendas enfermedades pueden ser transmitidas al resto de los gatos de casa. "Además, aunque la leucemia sí se vacuna, no existe una inyección contra el virus de la inmunodeficiencia del gato", advierte la veterinaria.

Una vez comprobado el estado de salud del gato adoptado se pueden comenzar las presentaciones felinas, paso a paso.

2. Introducir un gato nuevo en casa, una habitación separada

Segundo paso para tener éxito con la llegada del nuevo gato: el felino necesitará una habitación para él solo durante los primeros días en casa. El nuevo peludo inquilino puede permanecer en una estancia apartada, con cama para gatos, juguetes, agua, arenero para que el felino haga sus necesidades.

Esta separación permitirá a los gatos olerse y oírse sin someterse al estrés que implicaría un contacto directo. "Hay que asegurarse de que la habitación esté aislada del resto de gatos y que la puerta permanezca bloqueada. Esta estancia tranquila ayudará al felino recién llegado a sentirse seguro y a adaptarse antes a su nueva casa", recomienda la asociación protectora 4 Paws (cuatro patas).

Una buena idea es ofrecer al gato adoptado juguetes que ya hayan usado el resto de habitantes peludos de la casa. Y viceversa: una vez que el nuevo inquilino los haya utilizado, estos accesorios pueden sacarse al resto de los gatos para que ellos también puedan familiarizarse, poco a poco, con el olor de su nuevo peludo amigo.

3. Lograr que el gato nuevo coja confianza

Estos primeros días servirán asimismo al dueño para conocer mejor la personalidad del gato adoptado, y para estrechar los lazos afectivos con el recién llegado. Las caricias, los juguetes, rascador para el gato, las palabras suaves así como los juegos con el felino serán imprescindibles para que el recién llegado tome la confianza que precisa en casa.

"Los gatos recién llegados a una nueva vivienda no suelen estar de humor para jugar, por lo que la adaptación debe ser lo más tranquila posible, y el ambiente muy sosegado y libre de ruidos", apunta la asociación Humane Society, dedicada a encontrar casa a los perros y gatos sin hogar que la necesitan.

Otro consejo: los cachorros de gato y felinos adultos temerosos tienden a buscar el rincón más recóndito de la habitación, un refugio donde ocultarse. Este espacio puede ser la parte trasera del sofá, un hueco detrás de la estantería de los libros o cualquier hueco similar.

Lo recomendable es invitar al gato a que ocupe el centro de la habitación y evitar que se esconda. Una vez que se sienta seguro, esto logrará que gane confianza en sí mismo y pierda el temor. Pero, ¿cómo lograr que un felino asustado no trate de ocultarse?

Unas toallas o mantas pueden valer para tapar los bajos del sofá y evitar así que este inmueble le proporcione el escondite que busca. La cama del gato (mejor en alto) puede colocarse en mitad de la habitación: llenarla de juguetes y colgarle algún móvil para golpear y corretear también será un apoyo para que el tímido recién llegado gane confianza en sí mismo.

Por supuesto, las caricias y cuidados al resto de los gatos de la casa también deben incrementarse.

4. Presentaciones felinas en transportín, paso a paso

Las peleas entre gatos que aún no se conocen hay que evitarlas con ayuda del transportín y de los brazos del dueño durante las presentaciones

Las presentaciones entre los distintos gatos que aún no se conocen no pueden forzarse. "Los encuentros deben realizarse paso a paso", explica González. Lo ideal es utilizar el transportín para estos primeros acercamientos.

¿Cómo? Hay que colocar al gato nuevo en un lugar central de una habitación principal y frecuentada por los gatos de la casa. "Los demás gatos se acercarán a olerle, a reconocerle, poco a poco, cada uno a su ritmo", explica la veterinaria.

Un truco que funciona para animar estas primeras reuniones es colocar algunas golosinas o latas de comida para gatos a una distancia reducida del transportín. Estos comestibles ayudarán a los felinos a acercarse al gato. Y a que vean su llegada como algo positivo.

La distancia de los premios al transportín puede ir reduciéndose a lo largo de los días, con el fin de que el contacto entre los distintos felinos sea cada vez más cercano. "El intercambio de olores entre los felinos favorecerá que se acepten y a reducir el estrés, algo que puede también conseguirse con el cepillado de los gatos con el mismo accesorio", añade 4 Paws.

Estos primeros encuentros con transportín deben ser el único contacto durante los cuatro o cinco primeros días del gato en casa. Las reuniones protegidas de este modo pueden realizarse, por ejemplo, durante media hora, varias veces repartidas a lo largo del día.

5. Encuentros felinos con el gato en brazos

Tras estos primeros cuatro o cinco días de contactos con la protección del transportín y premios, los gatos ya están preparados para entablar un acercamiento algo mayor. Sin embargo, en esta nueva etapa los felinos también necesitarán nuestra ayuda. ¿Cómo hacerlo?

Lo correcto es tomar al gato nuevo en brazos y sentarnos en un sofá o sillón cómodo, con el fin de que el resto de los peludos inquilinos puedan acercarse y tocarle. Sin embargo, no hay que soltar al nuevo gato: nosotros debemos ser mediadores de estos acercamientos.

Los gatos podrán olerse, rozar sus cuerpos y tocarse con la protección de nuestros brazos. Las palabras amables, pronunciadas en un tono suave y cariñoso serán agradecidas por todos los peludos inquilinos, y ayudarán a liberar tensiones. Si además las acompañamos de caricias y premios comestibles, el estrés se reducirá de forma notable.

Esta fase de presentaciones dura otros cuatro o cinco días. Una vez que termine el encuentro en los brazos del dueño, el nuevo inquilino debe volver a su habitación. "Todos estos encuentros controlados por nosotros servirán a los gatos para reubicar poco a poco al nuevo felino en la familia, y encontrarle su espacio", dice González.

Los gatos tienden a organizarse y repartirse tanto el espacio como los horarios. Por ello, estas reuniones vigiladas servirán para que los gatos de casa encuentren, poco a poco, el hueco que le corresponde al nuevo peludo inquilino de casa.

La llegada de un nuevo gato a casa puede ser motivo de conflictos con los demás miembros felinos de la familia, pero desaparecerán si conseguimos que la toma de contacto entre ellos sea adecuada.

6. Encuentros entre gatos vigilados

Diez días después de su llegada a casa, los gatos ya están preparados para encontrarse sin la mediación física del transportín o la protección total de los brazos del dueño. Llega el ansiado momento de que los felinos puedan inspeccionarse, olerse, tocarse y, por supuesto, de jugar en libertad.

Estos encuentros, sin embargo, también deben ser supervisados por nosotros. Tampoco hay que dejarles juntos si nos vamos de casa hasta que no se esté seguro de que los conflictos han cesado.

Aunque es normal que algún felino bufe un poco o sea algo más gruñón que los demás, las peleas entre gatos no son productivas y deben evitarse: solo servirán para hacerse daño y aumentar la agresividad entre los felinos. Las refriegas entre felinos, si se dan, hay que pararlas de golpe: separar a los gatos y volver a intentarlo más tarde. Este tipo de peleas, sin embargo, no siempre se dan, y cuando ocurren, se reducen con el tiempo.

Sin embargo, si la adaptación se hace del modo correcto, es muy extraño que haya problemas o que las refriegas entre los peludos inquilinos se prolonguen. Con nuestra ayuda, los bufidos darán -poco a poco- paso a los juegos y, con ellos, lo normal es que florezca la amistad entre los gatos de casa.

¡Feliz bienvenida a la familia felina, amigo gato!

Gatas y gatos amigos que se pelean

Dos gatos amigos pueden pelearse, o tratar de hacerlo, de modo ocasional durante los primeros meses de convivencia. "Estas peleas suelen ser algo más frecuentes cuando se trata de dos gatas", explica la veterinaria Patricia González.

Las trifulcas entre felinos deben ser frenadas: hay que convencer a los gatos de que deben ser amigos y de que, además, esta amistad les reportará más beneficios que perjuicios. En la mayor parte de las ocasiones, las peleas entre gatos que viven en la misma casa desaparecen, de forma que solo el 10% de los felinos compañeros de piso las mantienen a lo largo de los meses de forma esporádica, según la estadística de tenencia de animales domésticos elaborada por la Asociación Americana de Veterinarios.

La paciencia, los premios duplicados, los mimos multiplicados, los juegos compartidos y animados por el dueño y las caricias a dos, tres o cuatro bandas (en función de los gatos que haya en casa) serán una ayuda esencial para lograr que los gatos adoptados tengan el hogar que se merecen. Y unos amigos peludos con el que compartirlo.

Peleas entre gatos: problema habitual

Gatos tan amigos, y al rato siguiente. grandes enemigos. Las peleas entre felinos que viven en la misma casa son un dilema habitual que, además, preocupa a quienes comparten su vida con uno -o más- de los casi cuatro millones de mininos que viven en España, según la Federación de Fabricantes de Alimentos para Mascotas.

"Las riñas entre gatos domésticos constituyen el problema de comportamiento felino más frecuente en las consultas de veterinarios y etólogos, solo después del mal uso de la bandeja de arena por parte del gato", asegura Terry M. Curtis, experta en comportamiento animal de la Universidad de Florida (EE.UU.), quien ha estudiado en profundidad estas disputas felinas.

Las peleas entre gatos preocupan a una de cada cuatro personas que viven con más de un felino

La mitad de los gatos domésticos comparten vivienda con otros felinos, afirma la estadística de tenencia de animales domésticos elaborada por la Asociación Americana de Veterinarios. Entre ellas, las casas con dos gatos son mayoría: cinco de cada diez. Dos de cada diez hogares comparten su vida con tres mininos, y el resto -tres de cada diez-, con cuatro o más habitantes gatunos.

Pero, ¿cómo de frecuentes son las riñas entre estos felinos? "Uno de cada cuatro dueños afirma que sus gatos se pelean, al menos de forma ocasional", señala la investigadora Emily Levine, autora del estudio 'Agresiones entre gatos domésticos tras la llegada de un nuevo felino', publicado en la revista científica Applied Animal Behaviour. Estos datos implican que de los cuatro millones de gatos que viven en España, alrededor de 500.000 pueden estar peleándose con sus peludos compañeros de vivienda con cierta regularidad.

¿Por qué se pelean los gatos?

Las peleas entre felinos que viven en la misma casa pueden ser ocasionales, pero también convertirse en una preocupante conducta que acabe con heridas de mayor o menor gravedad en los implicados. Las trifulcas son especialmente habituales durante sus primeras reuniones. "La mitad de los felinos que van a convivir en la misma vivienda se pelean, arañan o muerden durante su primer encuentro", zanja Levine.

Las agresiones entre gatos se producen en la mitad de los primeros encuentros

La llegada de un nuevo gato puede despertar el comportamiento territorial del felino que llegó antes a la casa. "Las agresiones suelen ser más habituales entre gatos machos, una conducta que no resulta sorprendente cuando se conoce la natural tendencia felina por defender su espacio y recursos", añade la investigadora.

Las peleas entre gatos, sin embargo, no siempre están motivadas por la escasez de recursos: alimentación, espacio en el hogar o pocos areneros. Las riñas felinas también pueden avivarse por las disputas de atención de una hembra o por motivos psicológicos menos fáciles de reconocer, como el estrés de los gatos.

Sean por uno u otro motivo, las peleas entre felinos no son saludables, ya que pueden acabar con lesiones graves y estimular sentimientos contraproducentes como el miedo o la ansiedad entre los peludos combatientes.

¿Qué hacer cuando dos gatos se pelean? 10 trucos

Aunque la mayoría de las peleas entre gatos que comparten casa acaban por remitir antes del primer mes de convivencia, una de cada diez parejas mantiene sus trifulcas. Pero estas agresiones no solo pueden frenarse, sino que conviene hacerlo: los felinos que riñen a menudo pierden una oportunidad de oro de experimentar la amistad con su compañero de piso gatuno. Pero, ¿cómo evitar estas peleas? A continuación se ofrecen diez consejos de expertos.

1. "Las peleas entre gatos deben ser detenidas cuanto antes, con el fin de evitar que se conviertan en un hábito", explica un estudio de la Universidad de Cornell (EE.UU.). Dos felinos que se agreden, además, necesitan ser separados, pues son animales territoriales que no sabrán arreglar por sí mismos sus diferencias. "Además, cuanto más a menudo se peleen los gatos, peores se volverán las disputas y sus posibles consecuencias", concluye un extenso trabajo sobre agresividad felina realizado por la Universidad de Illinois (EE.UU.).

2. ¿Cómo frenar una pelea entre gatos en casa? Hay varias formas de lograrlo: emitir un sonido fuerte (vale un silbido) que capte su atención, arrojar un chorro de agua sobre los peleones felinos o lanzarles algo suave con el fin de despistarlos. Separarles con las manos no suele funcionar y, además, se corre el riesgo de salir herido del intento.

3. Los castigos -mucho menos las represalias físicas- no valen con el gato, pues solo consiguen incrementar la ansiedad del animal.

4. Los premios comestibles para gatos son una buena forma de reforzar las conductas no agresivas entre los felinos. Cuando llegue un nuevo habitante peludo a casa, merece la pena duplicar las atenciones. De este modo los gatos podrán comprender que vivir cerca de otro felino suma, nunca resta.

5. Prevenir futuras peleas entre gatos. Los felinos pendencieros deben permanecer separados tras la disputa. La distancia hay que mantenerla mientras se resuelve el problema o, al menos, cuando se vislumbre el riesgo de una nueva trifulca. Además, estas peleas rara vez se arreglan por sí mismas: los gatos necesitan la ayuda de su amigo de dos patas. Una vez distanciados, y ya calmados, lo conveniente es repetir las presentaciones despacio.

6. Detectar el origen de los enfrenamientos entre felinos es clave para pararlos. Después, hay que actuar: colocar más areneros y limpiarlos con mayor frecuencia, duplicar los cariños y juegos con sendos gatos, etc.

7. La presentación de los dos felinos es un momento clave para evitar futuras peleas entre ellos en casa. "El primer contacto debe ser gradual, en especial si se muestran reacios", explica la veterinaria Patricia González.

8. Las peleas entre gatos que viven en el mismo hogar pueden comenzar de pronto. "En este caso lo correcto es acudir al veterinario porque una enfermedad o dolor puede ser la causa de la agresividad", concluye un extenso trabajo sobre agresividad felina realizado por la Universidad de Illinois.

9. La esterilización del gato ayuda a frenar su agresividad y, en consecuencia, las peleas entre los peludos combatientes.

10. Algunos medicamentos o tratamientos veterinarios pueden detener estas conductas, pero solo serán eficientes si están acompañados de modificaciones en casa (más areneros, más espacio de juegos, más cariños). La pauta es consultar al médico o educador felino.

Dos gatos en casa, ¿cómo mejorar la convivencia?

Normalmente, si dos o incluso tres gatos se crían juntos no suelen tener problemas en la convivencia, y se llegan a ver como miembros de la familia. Sin embargo, cuando es uno solo el que vive en casa, y se ha convertido en el rey del hogar, puede ver amenazado su territorio ante la llegada de otro. ¿Cómo evitar esto?

Aunque este aspecto no es determinante, si el gato que tienes es macho, es posible que acepte de mejor gana a una hembra. Los gatos son territoriales y la presencia de otro macho podría hacerle sentir amenazado.

De más está decir que si no quieres ‘cachorrogatitos’ deberás castrar a alguno de los dos.

Castración

Y hablando de castración, este es otro aspecto a tener en cuenta, pues es mucho mejor que si uno está castrado, el otro también lo esté. El castrado podría sentir una especie de envidia hacia el que no lo está, que resultará en una mala convivencia e incluso en peleas.

El no castrado vería al otro como una amenaza y en cierto modo se sentiría inferior a él. Para evitar estos malentendidos castra a ambos, independientemente de si son de sexos diferentes.

El espacio

No creas que porque son gatos pueden usar la misma cama, dormir en el mismo sitio y usar el mismo arenero. Esto quizá pueda ser algo que suceda con el tiempo, pero, ¿cómo te sentirías tú si alguien llega a tu casa a compartir todos tus enseres sin pedir permiso? Sí, así se sentirá tu gato, el que lleva contigo más tiempo.

Por tanto, duplica todo y dale a cada uno su lugar, su comida, su agua y todo lo necesario para que ninguno de los dos se pueda sentir amenazado por el otro.

Mantén la calma

Si ya has escuchado que dos gatos se pueden llevar mal y estás todo el tiempo dándole vueltas al tema, vigilando constantemente a ambos, y saltando nervioso ante cualquier situación, solo conseguirás agravar la situación, pues pondrás nerviosos a los animales y no lograrás nada positivo.

Dales un tiempo, que se conozcan, se huelan, se miren y se estudien. Normalmente, los gatos no suelen atacarse a la primera de cambio. Es posible que se bufen un poco al principio, pero tú tranquilo, al menos mientras no veas que la situación va a más.

Dale lo mismo a los dos

Hablamos tanto de cosas materiales como de aspectos emocionales. Si mimas a uno, hazlo con el otro, si le compras un juguete a uno, llévale uno al otro, etc.

Tu actitud hacia ambos determinará cómo se vean entre ellos. Si con el paso del tiempo se sienten queridos del mismo modo, es posible que las rencillas desaparezcan.

Ya sabes que con las mascotas hay que tener paciencia, pero esta unida al cariño puede lograr grandes cosas, incluso que convivan en armonía dos gatos en casa.

Consejos prácticos para perros y gatos

Mientras que el perro disfruta de su paseo diario, por el contrario, el gato busca más su propio espacio. Por otra parte, igual que nos ocurre a las personas, gatos y perros también necesitan su propio proceso de adaptación para integrarse en la nueva rutina de convivencia en común. Por tanto, ten paciencia.

Gatos y perros también pueden sentir celos cuando un nuevo animal viene a la casa o cuando el dueño hace un reparto desigual del cariño. Es muy importante que toda la familia esté de acuerdo en la decisión de tener perros y gatos en casa ya que este cambio se realiza mejor en equipo.

Lo aconsejable es que el gato y el perro inicien su convivencia en la misma casa cuando ambos tienen muy poca edad. En esta etapa, se muestran más receptivos hacia este hecho. Puede que haya que diferenciar espacios de comida y descanso para cada uno. Conviene colocar una barrera de seguridad entre una zona y otra.

Durante aquellos momentos en los que no estés en casa, cuando no puedas estar pendiente de qué hacen, es mejor que cada uno esté en una zona distinta de la casa. Durante el proceso de adaptación a esta convivencia común es recomendable que tu perro esté con su correa en aquellos momentos en los que está con el gato en la misma habitación. Pide consejo al veterinario porque te ayudará a resolver tus dudas sobre este tema.

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